domingo, 2 de octubre de 2011

Some are born to the endless night

Este adiós no maquilla un hasta luego,
este nunca no esconde un ojalá,
esta ceniza no juega con fuego
este ciego no mira para atrás.
Joaquín Sabina

Colectivo NIT nació como un deseo y sabemos que los deseos tienen fuerza y voluntad que de repente cobran vida en nuestros cuerpos y se transforman en una necesidad vital y es necesario que nazcan, es necesario verlos caminar por el mundo con pies propios, es necesario que se materialicen.

"El Nit" como se le conoce de manera cariñosa, es un tríptico de poesía y es mucho más que eso, es una hermosa locura que compartí durante poco más de ocho años con Ivonne G. Ledezma y demás fauna nitera, al principio con autores laguneros y que poco a poco durante todo este tiempo más gente de diferentes gustos artísticos se fueron sumando hasta convertir al colectivo en una gran familia por el mundo, sí, colaboraron con nosostros autores de diferentes partes de México y del orbe; el tríptico siempre se distribuyó de manera gratutita, auspiciado por los mismos creadores. Nuestra publicación nunca buscó a las instituciones culturales porque creíamos y creemos en la libertad y en el respeto al trabajo de los creadores. Nunca nadie le puso la mano encima al tríptico por unos pesos y de eso estoy plenamente satisfecho, siempre fue nuestro.

Ocho años cumplimos con el tríptico Nit y ahora es tiempo de mirar hacia otros horizontes. Ocho años haciendo lecturas de poesía en los lugares más cálidos de Torreón como son las cantinas, bibliotecas y donde nos dieran chance. Ocho años donde vimos crecer a nuestra criatura y con gusto recibimos en ella a personas que hoy día son grandes amigos y en su momento se sumaron con el mismo espíritu de libertad y de ganas de hacer algo por el simple gusto de hacerlo, desde escritores como José Vicente Anaya, Alí Chumacero (f), Coral Bracho, Raquel Huerta-Nava, Eduardo Lizalde, Marianne Toussaint, Armando Vega-Gil, que tambien es músico, así como José Manuel Aguilera, Alejandro Otaola, Carlos Avilez y muchos, muchos otros que ahora no menciono aquí por cuestión de espacio, sin que ello le reste el cariño y agradecimiento que siempre tendremos hacia ellos por ser parte de esta familia.

Creemos que es tiempo de que el tríptico Nit cierre su ciclo. Con el número 100, que estamos preparando en una edición especial, terminará la publicación que se mantuvo estos ocho años.

Asimismo, hasta nuevo aviso no habrá las lecturas de poesía y demás eventos a cargo de Colectivo Nit por diferentes razones; entre otras cosas debido al inminente distanciamiento geográfico por parte de quienes encabezamos este proyecto. Un alejamiento físico, mas nunca afectivo.

Terminamos pues este ciclo con el número 100. NIT llega hasta ese número, durante todo este tiempo alimentamos ese sueño y él nos regresó con creces el atrevimiento, nos llevó a lugares desconocidos y nos amó y cuidó así como nosotros cuidamos de él. Estoy muy agradecido por eso y porque la poesía siempre la llevamos como un estandarte de libertad y de cariño y respeto hacia la palabra escrita y como les decía, cerramos con el número cien de próxima aparición. También está en puerta la publicación de una plaquette, que esperemos se concrete en muy poco tiempo.

Es bueno aclarar el colectivo como tal no desaparece. Estamos alimentando otras locuras, tratando de llevar esto por caminos hasta hoy no explorados. Pronto les informaremos de las nuevas puertas que ahora estamos abriendo, de los nuevos abismos a los que ya comenzamos a saltar, sin paracaídas, como siempre nos ha gustado.

Doy las gracias pues a todos los que hicieron esto posible, a los que se sumaron y hasta a los que restaron porque por ellos este grupo se hizo más fuerte. A ti que te tomaste el tiempo de leer esto y todos y cada uno de los trípticos que cayeron en tus manos. Que la poesía siga alimentando al espíritu.